Hace poco más de una semana que acabó el Mundial. Parece poco tiempo pero es una eternidad. Necesito que empiece la temporada ya. Sufro de futbolitis crónica. Supongo que os pasará lo mismo a muchos de ustedes. El mercado de fichajes es simple metadona. La pretemporada, pequeñas dosis que consumir hasta que empiece a rodar el balón en los campos europeos. Necesito droga. Necesito fútbol.
El verano está para disfrutar. Reunirse con amigos y brindar a la luz de la luna. Ver el amanecer acompañado de una bella mujer. Comer grandes viandas. Pero sin fútbol uno, a veces, se siente vacío. Muchos lo denominan como el opio del pueblo. Quizás tengan parte de razón. No voy a ser yo quien se la quite pero, quiero ese opiáceo ya. Dadme más y más hasta que reviente.
A veces sueño con que mi equipo mete un gol. Pero me despierto y ese gol no existe. Es producto de mi subconsciente. El desvelarte es un mero choque contra la maldita realidad. Saber que nada ha existido. Así pasan los días. Cada uno, una barrera más superada. Mientras tanto, ver pasar los días, contar nubes y ocupar la mente en otras cosas. Las agujas del reloj pasan lentamente. Tic, tac, tic, tac…
The Amazing - Qu´est-ce que vous voulez?
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