Me gustaría estrenar una sección para hablar de todos aquellos jugadores de fútbol que han ido de la mano del exceso en su carrera. Esos futbolistas que se han enamorado del pecado y de la noche. Nuestro deporte tiene sus propios Bukowski, Keith Richards o Charlie Seen. Hombres que a través de su vida loca nos han dejado un centenar de anécdotas y un ejemplo que no se debe copiar. Sin embargo estos personajes siempre me han atraído. Sirven, para humanizar a las estrellas. Además, dejan un halo de mito en sus carreras deportivas y una contradictoria admiración.
Decía Charly Efe en la canción que pone música a este post, que
Paul Gascoigne le debía una nevera. Gazza ha sido el Red Barclay de la cerveza. Es posiblemente el mayor
talento futbolístico que ha dado Inglaterra pero los excesos no le permitieron desarrollarse como jugador. Los excesos de un
amante del exceso. Esa autodestrucción que a veces reluce en el ser
humano, está haciendo que Paul tenga medio cuerpo metido en la barca
que cruza el Río Estigia. Seguramente haría buenas migas con Caronte. No me sorprendería que, antes de morir, dejara escrito en una nota que debían enterrarle con una botella de
whiskey, medio gramo de cocaína y 50 libras. Tan sólo por si existiera el más
allá y pudiera haber un “after” abierto.
Gascoigne cada vez se parece más a
Leopoldo María Panero. Sólo les diferencia la especialidad de su
genio. Podríamos plantear a Banco Sabadell una conversación entre
ambos. Que se quiten Fernando Trueba y Pep Guardiola. ¿Quién no
querría verles conversar sobre el futuro?
"No le deis de beber a este hombre" Diario The Sun. Julio 2013 |
Gazza, de joven en las filas del Newcastle |
La revista Panenka, en su número #23,
reproduce una entrevista con el “enfant terrible” de Gateshead.
En ella, Paul habla con el corazón en un puño en su quizás último
momento de lucidez. Fue hecha en Junio del 2009.
El periodista le cuestiona sobre si una
de sus últimas obsesiones había sido la Wii. La contestación de Gazza,
épica: "Sí, cuando estaba encocado me pasé seis semanas seguidas
jugando a la consola, casi sin dormir. Estaba encerrado en un hotel y
jugaba contra el personal. Les ganaba a todos, uno por uno. Incluso
le compre una Wii al manager del hotel y le dije: "Entrénate en tu
casa y cuando hayas mejorado, ven a verme".
Obsesión. Abuso. Gazza ha sido adicto
a cualquier cosa a la que uno se pueda enganchar. Por ejemplo, al Red
Bull: "me tomaba hasta 30 latas al día". También al café: "por
entonces también abusaba del café. No necesitaba una casa, sino un
árbol porque era literalmente un búho". Esta serie de
comportamientos no se tienen porque sí. La raiz del problema de sus
adicciones, según él, viene de los traumas que vivió de niño.
“Cuando tenía diez años, el hermano de un amigo murió delante
mío, atropellado por un coche. Era la primera vez que salía de su
casa sin su madre y ella me había encargado que lo cuidara. Lo
atropellaron cuando corría detrás del camión de los helados. Murió
en mis brazos, los labios se le movían todavía” ; “Con 16 años
también pasé por otro trauma. Mi sobrino pequeño tenía asma y yo
había declarado a News of the World que se podía practicar deporte siendo asmático.
Cuando leyó aquello vino a preguntarme si podía jugar al fútbol.
Yo le dije que sí y a los 20 minutos recibí una llamada diciéndome
que estaba muerto.Tenía 9 años”
Si fuera psiquiatra y tuviera que
tratar a alguien, sin duda a uno de los que elegiría sería a Paul
Gascoigne. Una cabeza digna de estudio: “Me compre un loro de
juguete que decía Hola y yo le contestaba Hola. Al final me harte de
aquello y me fui a comprar otro loro para que hablaran entre ellos.
Cuando me canse, tiré a uno por la ventana y le arranque la cabeza
al otro. Estaba bastante borracho por aquel entonces”
Como todo buen alcohólico futbolista,
Gazza ha jugado varios partidos en estado de embriaguez. “Con el Everton, me enteré de que un rival quería partirme la cara. Me tome
cuatro botellas de vino con algunos somníferos. A las seis de la
mañana me desperté temblando, así que para calmarme me metí seis
vasos de Brandy y algunos cigarrillos. Jugamos el partido a primera
hora de la tarde.... ¡Fui elegido man of the match!”
“Me acuerdo de un partido con el Rangers en el que estaba jugando como el culo. En el descanso el
mister me gritó: "Paul, qué pasa, ¿que te emborrachaste anoche?" Le
dije que no y me contestó: "Joder, pues vete rápido a tomarte una
copa". Me fui a tomar un brandy triple, metí dos goles y otra vez fui
elegido man of the match”
En 1992 se disputó un Sevilla - Lazio. Maradona y Gascoigne juntos en un terreno de juego. Cuánta gloria en un campo de fútbol. Así lo recuerda el inglés: "Antes del partido cayeron tres botellas de champán. Me acuerdo que marque un gol regateando a cuatro o cinco jugadores. Después, me crucé con Maradona en el campo y le dije: "Diego, estoy completamente roto". Me respondió: "Paul, yo también"
En 1992 se disputó un Sevilla - Lazio. Maradona y Gascoigne juntos en un terreno de juego. Cuánta gloria en un campo de fútbol. Así lo recuerda el inglés: "Antes del partido cayeron tres botellas de champán. Me acuerdo que marque un gol regateando a cuatro o cinco jugadores. Después, me crucé con Maradona en el campo y le dije: "Diego, estoy completamente roto". Me respondió: "Paul, yo también"
Esta serie de declaraciones pueden ser
ciertas o no. Si una cosa saben hacer los yonkis, es mentir. Pero
Gazza es un yonki carismático. Más cerca de estrella del rock que
de jugador de fútbol. Y esto último no es ninguna tontería.El grupo IronMaiden le invitó a una gira de conciertos con ellos. Después de
cinco actuaciones el líder de la banda de metal, Bruce Dickinson le dijo: “Paul, nosotros estamos pirados pero, joder, tú lo estás
más que todos nosotros juntos. Hemos intentado controlarte, pero es
imposible”.
Paul Gascoigne es un ídolo entre los hinchas de la Lazio. |
Paul Cascoigne jugó en el Newcastle,
Tottenham, Lazio, Glaswow Rangers, Middlesbrough, Everton, Burnley,
Gansu Tianma (China) y Boston. Estuvo a punto de jugar en el Manchester United pero Alez Ferguson eligió a un todavía desconocido Eric Cantona. También lo hizo en la selección inglesa. Sus mejores
momentos fueron en el Mundial de Italia 90 y en la Eurocopa de Inglaterra de 1996. En el Mundial fue el más destacado de una
selección inglesa que cayó eliminada en semifinales ante la Alemania Federal y recientemente unificada. Su imagen llorando después de ver una tarjeta amarilla
que le apartaría de la hipotética final, dio la vuelta al mundo. Puro
sentimiento. A pesar de ello, estuvo en el mejor 11 de aquel mundial.
En la Eurocopa, otra vez sería Alemania su verdugo. Y, al igual que
en el Mundial, fue elegido entre los mejores del campeonato. Él es Paul Gascoigne, one of us.
CHARLY EFE - PAUL GASCOIGNE
CHARLY EFE - PAUL GASCOIGNE
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