Mi vagueza y el amor por mi familia han permitido que Cultura del Gol tenga una firma invitada. Espero que no sea la última. Mi primo Santiago Abascal ha escrito la historia de un Atlético de Madrid vs México. Yo no la conocía. Él fue testigo y éste es su recuerdo:
Las
giras veraniegas para hacer caja por
países lejanos de clubes españoles no son un invento del siglo XXI, lo que pasa
es que antes, en vez de ir a China, Japón o Tailandia para vender camisetas, los
equipos iban a Argentina, Colombia o México. Ni siquiera este partido era
innovador, décadas antes ya habían venido a “hacer las Américas” el Madrid de
los ye-yes o el Barça de Kubala.
Situémonos, 1 de Agosto de 1993. Una de las estrellas del Atlético de Madrid y de la
selección azteca es el delantero Luis
García. El Atlético en esos años vive
los años dorados del gilismo, escándalos por doquier, entrenadores que
no duraban nada, fichajes muy extraños, publicidad de MARBELLA en las
camisetas… y Jesús Gil con su gran visión comercial decide llevar al equipo a
hacer una gira. Hay que añadir que el delantero centro del club es de la
nacionalidad de la selección contra la que se enfrenta, que ha sido un jugador fundamental para la
clasificación para el mundial que se celebraría el siguiente verano en Estados
Unidos, y que además le mete dos goles a su propia selección. Pero lamentablemente este partido no será
recordado por nada de lo anterior, por lo que se recuerda este partido es por
la gran tángana que se organizó.
El
partido empezó como un amistoso cualquiera. Durante el calentamiento, los
jugadores colchoneros fotografiándose impresionados en el Coloso de Santa
Úrsula (forma como es conocido el
Estadio Azteca por su situación geográfica en la ciudad), no siempre se juega
en un templo del futbol donde han hecho sus mejores jugadas en dos mundiales
distintos tanto Pelé como Maradona. En los prolegómenos, suena el himno de
México cantado por todos los espectadores con su guerrero comienzo “Mexicanos al grito de guerra” y el árbitro da inicio al partido. En cuanto a que Luis García vista la elástica colchonera, división de opiniones. Unos lo tachan de Malinchista y otros
entendían su situación.
Es
verano, hace mucho calor, la altitud de Tenochtitlán hace de las suyas, la
hierba está muy alta y los equipos no están muy en forma. Juegan muy despacito,
es un partido de pretemporada. Pero el encuentro poco a poco se va calentando.
Luis García tiene un mano a mano contra
su buen amigo Jorge Campos que el delantero no puede convertir.
Por otro lado, el compañero en la delantera de Luis García, el polaco Román Koseki proveniente de Osasuna se las está viendo con el duro lateral mexicano
Juan de Dios Ramírez Perales, hasta que en la quinta o sexta dura entrada, el polaco
se revuelve y empuja al defensa azteca. De repente los 22 jugadores corren hacia donde se encuentran Koseki y Ramírez y se empiezan a pegar. Vuelan
puñetazos, patadas, empujones, insultos varios, mentadas de madre y otros
arreglos florales. Siendo muy curioso que los dos que más se pegan son los dos
porteros y que se meten en
la pelea hasta los miembros de los banquillos. Estamos hablando de que en ambos equipos había lo que en la calle se llama tíos duros y que estamos
seguros de que en su infancia han participado en muchas peleas
de barrio y que son de los que no se achican ante nadie y de los que si caen se
levantan. Por el lado español gente como Tomás Reñones (años después paso por
la cárcel por líos de corrupción política de la mano de Jesús Gil) , Koseki,
Diego, Pizo Gómez o Juanma López y por el lado mexicano Jorge Campos, Juan de
Dios Ramírez y Javier Aguirre que estaba de segundo entrenador. El Vasco, pegó algunas
patadas y que por ironías del destino
años después acabaría siendo entrenadordel equipo colchonero. Miguel “El piojo” Herrera (actual seleccionador mexicano
y conocido futbolísticamente por sus
peleas), Nacho Ambriz ( ayudante de Aguirre en el equipo del Manzanares) o Ramírez Perales.
A todo
esto Luis García, que no solo jugaba
contra su país sino que estaba metido en un pelea entre sus compañeros de
equipo y selección, inteligentemente se queda a un lado de la pelea. El arbitro
decide expulsar a dos de cada equipo, los dos que empezaron la pelea y a los dos
porteros que se pegaron de lo lindo.
Por lo
demás el partido no pasará a la historia. Que más da que el Atlético ganara, que Luis García le metiera dos goles a México, que al Atlético lo entrenara Jair Pereira o que ya estuvieran
algunos jugadores que un par de años después consiguieran el famoso doblete
como Caminero, Vizcaíno o Kiko.
Años
después Luis García reconoció en una entrevista en la televisión que después
del partido los jugadores de ambos equipos se fueron de fiesta juntos hasta altas
horas de la madrugada y que entre copas y risas recordaron la pelea.
Este
partido no pasará a la historia de los aficionados del futbol, pero yo era un
niño, tenía 10 años y era la primera vez que pisaba el Azteca y eso, os aseguro
que uno lo recuerda toda la vida como dice Calamaro en su canción.
CALAMARO - ESTADIO AZTECA
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