miércoles, 20 de agosto de 2014

Fábregas - Centrismo




Cesc Fábregas ha sido el fichaje del verano en la Premier League. Su claroscuro periplo en Barcelona nos hizo, quizás, olvidarnos de su tamaño futbolístico. Roba, toca, recibe y llega. Mourinho ha encontrado en él la tecla que le faltaba a su aguerrido equipo. El violín en un conjunto de baterías de doble bombo. El poeta en un equipo de soldados. Al compás de Fábregas se mueven sus compañeros. Orbitan cual planeta alrededor del sol. Llámenlo la teoría del Fábregas-Centrismo.



La Liga Inglesa es su hábitat natural. Es evidente la facilidad con la se adueña de un partido. Algo que nunca hemos podido ver en el Fútbol Club Barcelona ni en la Selección Española. Ayer debutó con la elástica blue. Los primeros 45 minutos fueron exquisitos. Un fútbol digno de los mejores paladares. Fue sutil, detallista, fino. Y dio dos asistencias. Una de ellas de córner. La otra, tras una jugada guardioliana (25 pases antes de que Schürrle anotara), se inventó un último pase sólo al alcance de los mejores. Dudo que en el oeste de Londres hayan visto algo parecido a Fábregas. Le vieron y sufrieron con sus vecinos del norte, pero ahora es uno de ellos. La gran diferencia de este equipo respecto al del año pasado es él. Siempre se criticó la falta de un jugador creativo en el centro del campo blue. Ya lo tienen y es uno de los mejores del mundo. Es sencillo intuir un gran Chelsea. José Mourinho ha vuelto a construir un batallón capaz de luchar con los grandes. Alfombra roja para Cesc Fábregas y su equipo.


Vangelis - Alpha




jueves, 14 de agosto de 2014

Stairway To Heaven



El Real Madrid apunta al cielo. A la gloria. Para ello cuenta con una escalera capaz de tocar el Olimpo. Led Zeppelin ya mostró el camino con ese himno titulado “Starway to Heaven” y catalogado como una de las mejores canciones de la historia del Rock. Este Real Madrid es puro Rock and Roll y su escalera va del 7 al 11.

Cristiano Ronaldo, Toni Kroos, Karim Benzema, James Rodríguez y Gareth Bale. Esas son las partes de la escalera. Cada uno diferente al otro. Todos únicos y complementarios. Cada cual un escalón diferente para llegar al cielo. El madridismo subirá tranquilo. Admirando el paisaje y vislumbrando desde lejos el paraíso. Observando con mirada displicente a los enemigos caer. Sabiéndose superiores e imposibles de bajar de esta escalera. Unidos por alcanzar el objetivo.

Un objetivo que no es otro que ganar todas las competiciones que se disputen. Ya se ha ganado la primera. Quedan cinco. La primera muestra ha sido esperanzadora. Un equipo dispuesto a pisotear a sus rivales. Sin piedad. Como el típico abusón de clase.

La escalera ya está comprada y el cielo está por conquistar.

LED ZEPPELIN – STAIRWAY TO HEAVEN

And as we wind on down the road - Y a medida que vamos soplando por el camino
Our shadows taller than our soul – Nuestra sombra es más alta que nuestra alma
There walks a lady we all know – Ahí camina una dama que todos conocemos
Who shines white light and wants to show – Que reluce blanca y quiere mostrar


How everything still turns to gold – Como todo aún se transforma en oro
And if you listen very hard - Y si tú escuchas bien fuerte
The truth will come to you at last – La verdad vendrá hacía ti al final
When all are one and one is all – Cuando todos son uno y uno lo es todo
To be a rock and not to roll – Ser una roca y no girar

And she’s buying a stairway…. to heaven – Y ella está comprando una escalera… al cielo



 




martes, 22 de julio de 2014

Futbolitis



Hace poco más de una semana que acabó el Mundial. Parece poco tiempo pero es una eternidad. Necesito que empiece la temporada ya. Sufro de futbolitis crónica. Supongo que os pasará lo mismo a muchos de ustedes. El mercado de fichajes es simple metadona. La pretemporada, pequeñas dosis que consumir hasta que empiece a rodar el balón en los campos europeos. Necesito droga. Necesito fútbol.

El verano está para disfrutar. Reunirse con amigos y brindar a la luz de la luna. Ver el amanecer acompañado de una bella mujer. Comer grandes viandas. Pero sin fútbol uno, a veces, se siente vacío. Muchos lo denominan como el opio del pueblo. Quizás tengan parte de razón. No voy a ser yo quien se la quite pero, quiero ese opiáceo ya. Dadme más y más hasta que reviente.

A veces sueño con que mi equipo mete un gol. Pero me despierto y ese gol no existe. Es producto de mi subconsciente. El desvelarte es un mero choque contra la maldita realidad. Saber que nada ha existido. Así pasan los días. Cada uno, una barrera más superada. Mientras tanto, ver pasar los días, contar nubes y ocupar la mente en otras cosas. Las agujas del reloj pasan lentamente. Tic, tac, tic, tac…






The Amazing - Qu´est-ce que vous voulez?


viernes, 11 de julio de 2014

Old School






Viendo a Javier Mascherano uno se da cuenta de que la vieja escuela no ha muerto. Jugadores que no se dejan influir por toda la parafernalia que les rodea. Están en peligro de extinción y son indispensables en este deporte. Respetan la tradición. Hombres nobles, caballeros en la cancha. La palabra del entrenador se acata con profesionalidad. “El jefecito” atrae las miradas de sus compañeros. Le miran como a aquel viejo el cual ilustra a quien le escucha. Con respeto. Como a un padre. Además, anda sobrado de carisma. Y es argentino.
Todos los equipos necesitan a un Tony Soprano que diga qué se debe hacer y cómo. Mascherano, con o sin brazalete, se comporta así. Un sólo gesto le sobra para poner orden.

¿Cuántos quedan?. La retirada de Puyol dejó huérfano a este grupo . Jugadores traídos de otra época. Hombres como Salvatore Roncone en “la sonrisa etrusca” de José Luis Sampedro. Todas las bandas necesitan a un capo que les controle. Todos los equipos necesitan a un Tony Soprano que diga qué se debe hacer y cómo. Mascherano, con o sin brazalete, se comporta así. Un sólo gesto le sobra para poner orden. Una mirada que vale más que mil palabras. Si hace falta gritar, grita como nadie. Porque el respeto te lo ganas respetando. Así ha pasado con él.

Baresi, Hierro, Roy Keane, Tony Adams. Gente así. El argentino es uno de ellos. Una casta de jugadores dignos de admirar. Aún queda un pequeño clan de irreductibles en este fútbol con tanto maquillaje y tan artificial. Un partido suyo es una clase magistral de cómo ha de ser un capitán. Que se fijen aquellos a los que les pesa el brazalete y anteponen su persona al grupo. En él tienen a su paradigma. La vieja escuela está tranquila. Sigue viva porque Javier Alejandro Mascherano (San Lorenzo, Argentina.1984) comanda en ella.

Tupac - Changes




martes, 8 de julio de 2014

Réquiem por Di Stéfano



La historia se respeta. Y ayer murió un pedazo de ella. Di Stéfano fue la primera estrella de esa constelación que llamamos fútbol. Fue un fenómeno de masas. La mayor de las alegrías de un país triste y en blanco y negro. Un hombre capaz de unir enemigos antagónicos. Columna vertebral de la historia del Real Madrid.

Los viejos le recuerdan como el mejor. Al menos eso decía mi abuelo, madridista y socio durante varios años. Ni Pelé, ni Cruyff ni Maradona. Di Stéfano. Sólo había un jugador para él. Esa opinión se podría extender a todos aquellos abuelos que tuvieron la suerte de disfrutar de la Saeta Rubia a finales de los 50. Llegó al Real Madrid con 28 años y nunca se fue. Creador, llegador y goleador. Jugador total que llevó al fútbol a un nuevo nivel. No sé si habrá sido el mejor. Pero cambió este deporte y eso sólo lo hacen los inmortales.


La Copa de Europa. Su competición fetiche. Era un monstruo que atemorizaba a los rivales europeos. “Ahí viene Di Stéfano…” se oye todavía en los rincones de Wembley. Reminiscencias de aquel 18 de Mayo de 1960. El día que conseguía su quinta y última Europa con un 7-3 ante el Eintratch de Frankfurt. Él metió tres. Periodistas de la BBC lo han catalogado como el mejor partido de la historia. Un encuentro repetido cada día de Navidad en el país inventor del fútbol.

Se fue Di Stéfano. Lloran las mocitas madrileñas la marcha del noble y bélico adalid, caballero del honor. Las puertas del cielo están abiertas para Don Alfredo. Cada domingo escuchará a un estadio al unísono cantar con el corazón a su mito. “Ya corre La Saeta, ya ataca mi Madrid; soy lucha, soy belleza el grito que aprendí".

Mozart - Réquiem


lunes, 7 de julio de 2014

Año 5 d.C



246 partidos y 252 goles después, Cristiano Ronaldo cumple cinco años como jugador del Real Madrid. En este lustro, ha conseguido dos Copas del Rey, una Liga, una Supercopa de España y como no, la Copa de Europa. Además, ha obtenido algo que vale más que cualquier mero título. Ha sido capaz de alcanzar la grandeza. El trono de hierro es suyo. Cristiano Ronaldo es el rey del Real Madrid. Vestido de seda blanca recorre Europa enseñando el poder de su reino. Cual épico rey se enfrenta a sus enemigos en primera línea de batalla. Dignifica su reinado y enorgullece a su pueblo. Como los reyes de antes.

Sin embargo, el máximo premio conseguido por el luso ha sido el Balón de Oro. En mi opinión, debería fundirlo y hacerse una corona con el preciado metal resultante y lucirla cada fin de semana por los rincones del país. Pero creo que no se permite el uso de halos dorados en la práctica del fútbol. Habría que plantearlo.

En estos cinco años, Cristiano Ronaldo también ha madurado. Llegó a la capital española siendo el jugador más caro de la historia. Su presentación, fue digna de la coronación de un faraón. Él se creía el mejor del mundo e intuía que su fichaje por Real Madrid era la unión entre dos deidades que se necesitan la una a la otra para alcanzar la gloria. Era cierto, pero el camino iba a ser mucho más difícil de lo que él pensaba.Todo era idílico hasta que descubrió que enfrente tenía a un pequeño rosarino llamado Leo Messi. Y a un conjunto entrenado por Pep Guardiola. Le tocaba luchar contra el rival más duro que jamás haya visto el mundo del fútbol. Un reto así, o te mata o te encumbra. Su enfrentamiento con el argentino ha sido encarnizado. ¿Se imaginan creerse el mejor a algo y de pronto, darte cuenta que existe una persona que es mejor que tú?. Para un ego como el de Ronaldo debió de ser duro. Todos recordamos su cara el día en el que a Messi le entregaron su cuarto Balón de Oro.

Pero esa pugna le ha ayudado a crecer. A superarse a sí mismo cada día. A entrenarse más y más en pos de llegar a superar un día a Messi. Un monstruo competitivo. Ayudar a su equipo a alcanzar su anhelo más grande. Su obsesión más frustrante. La Décima. Y Cristiano consiguió ambas. Le arrebató el Balón de Oro al argentino y fue la pieza fundamental en la consecución de la Copa de Europa con la espeluznante cifra de 17 goles en 13 partidos.

Esta historia de simbiosis entre el Real Madrid y Cristiano Ronaldo no ha acabado. Ocupará el trono varios años más. Lo que consiga es una incógnita. Lo dado al madridismo es inalcanzable por el resto de los humanos. Ya es el mejor jugador de la historia del club más grande de la historia. Y eso, te convierte en inmortal.



Gitanos Portugueses



viernes, 4 de julio de 2014

Muller, un jugador de los de antes





Muller tiene aura de jugador vintage. No hace de la estética su seña de identidad ni del adorno su virtud. No es de plástico. Es sobrio y eficaz. Como Alemania. Mirada franca y gesto serio. No se complica, la eficiencia como forma de existencia. Es un jugador en blanco y negro. Parece haber sido sacado de un partido de los años 70 y arrojado en 2014. Resulta añejo.


No es el ideal de aquellos románticos y finos paladares que reducen el fútbol a la belleza visual. Se pasa lo estético por la cuenca del Rhur. Se sabe superior y como tal actúa. Su fútbol no seduce. No despierta a la imaginación. No es rápido, no es un gran pasador ni tampoco un detallista definidor. Sin embargo, es el jugador más importante de la selección alemana. Ocupa prácticamente todas las zonas del campo. Desmarques que desorientan a defensas impávidas ante la ferocidad de un alemán. Al no tener una posición concreta puede aparecer por cualquier lado. Puñaladas certeras que definen los partidos. Nueve goles en dos Mundiales.


Muchos aún se preguntan por qué Guardiola le marginó en las semifinales frente al Real Madrid de la pasada edición de la Copa de Europa. A jugadores como Muller los quiero siempre en mi equipo. Dispuesto a dejarse todo en el campo en beneficio del conjunto. Die Mannschaft ya tiene otro Torpedo. Si Gary Lineker dijo aquello de“El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan”, era por hombres como el del Bayern de Munich. Porque Muller no se rinde, lucha y casi siempre vence.Thomas Muller, otra precisa creación de la ingeniería alemana.


Kraftwerk - Autobahn




viernes, 25 de abril de 2014

Las pisadas del gigante



Suenan alarmas de guerra en París. Los perros ladran asustados y giran sobre sí mismos porque saben quién viene. Los niños, las mujeres y los ancianos son los primeros en ser evacuados. Una pareja se despide con lágrimas en los ojos por si nunca vuelven a besarse. Padres que abrazan a sus hijas y locos de melena y barba blanca en las calles anunciando el apocalipsis. Otros, se entregan al placer como única vía para escapar del fin del mundo. Las obras de arte son protegidas en cámaras especiales para que el retumbo de las pisadas del mortífero enemigo no acaben con siglos de cuidados. El Louvre, el Museo de Orsay, Notredame, El Arco del Triunfo, el Puente Alexandre III. Se teme por ellos. Los más atrevidos fotógrafos se mantienen firmes para poder retratar al gigante monstruo. En la radio, una monótona voz pide a los ciudadanos que se mantengan en sus casas, firmes y silenciosos. Suena la Cabalgata de las Valquirias mientras una manada de búfalos recorre el Parque de los Príncipes. Es la final de la UEFA y Ronaldo Nazario da Lima está a punto de meter el gol más bonito de la historia.



Por un lado tenemos al portero de la Lazio, Marchegiani. En frente está el 10. No se veía una batalla tan desigual en la historia desde la Guerra de los Seis Días. Nadie pondría una mísera peseta a favor del cancerbero. ¿Qué loco iba a apostar por él en una situación como ésta? Su propio padre, mirando para abajo, agarrándole del hombro y con voz entrecortada le diría: - Hijo, jamás pensé que podría decirte algo así, pero no tienes nada que hacer. No vale la pena intentarlo. Con él no.-
Regatear sin tocar el balón. Golpes de cintura para recortar a un portero. Años de samba aplicados a un deporte. Estéticamente perfecto. Digno de una escultura helenística. Segundos después, gol. La gloria es suya. La batalla es suya. París es suyo. Después de la tormenta viene la calma. Los daños en los rivales son irreparables. Nadie volverá a hacer algo así. Ni el mismo será capaz. 6 de mayo de 1998, el día en el que un guerrero neroazurro hizo de este deporte un arte visual, recargado e intenso.



Richard Wagner - Cabalgata de las Valkirias




martes, 1 de abril de 2014

Sócrates y la Democracia





Brasil vivió una época en la que la democracia brillaba por su ausencia. Daba pena ver a la justicia con traje de cuero y sodomizada. Como si de actrices de una película porno bondage se tratara; así se encontraban las libertades brasileiras. Cuando una sociedad se siente oprimida, responde. Eso mismo sucedió en Brasil. El poder lo controlaban los militares, que con apoyo norteamericano (me suena esta historia) dieron un golpe de estado contra el presidente Joao Goulart en 1964.

En Sao Paulo jugaba un jugador esbelto, elegante, con pelo rizado e inquietudes inusuales en un futbolista. Su club era el Corinthians, llevaba el número 8 y se llamaba Paulo Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, más conocido como Sócrates. Su barba y su pelo le daban un halo de vagabundo, de trotamundos, de soñador. Su fútbol era generoso pero letal. Igual de generoso que era él. Tenía una formación académica impropia en los futbolistas. Se licenció en medicina, de ahí su mote de “El Doctor”.



Sócrates fue el artífice de lo que la historia se ha encargado de nombrar como Democracia Corinthiana. No es más que un proceso histórico en el fútbol brasileño, basado en el cambio de los derechos laborales de los futbolistas con sus respectivos equipos. Sócrates lo relata así: “Abolimos el proceso que existía en el fútbol, donde los dirigentes impedian que los jugadores se hicieran adultos”. “Al inicio hubo ansiedad en mis compañeros, pero no estaban acostumbrados a expresarse, a decidir. Pero fueron aprendiendo y se prepararon para enfrentar su profesión y su vida”. Cada una de las decisiones del club se decidían conjuntamente. Sueldos, primas, publicidad, televisiones. Cada voto valía lo mismo. El del eterno suplente valía lo mismo que el del dirgente. La Democracia Corinthiana era una metáfora de lo que deseaba el país. Así ganaron una Liga. El premio sólo era un símbolo. 



Sócrates pedía el voto para cada una de las decisiones que se tomaran en su club. Pero también lo pedía para su pueblo. Pedía que cada uno de los brasileños eligieran a sus gobernantes. Sin embargo, como en todo proceso utópico, la realidad es una dura pared en la que golpearse. Se frenó la Democracia Corinthiana como se frenó el Mayo Francés. Pero nos dejó ese legado que nos dejan también los procesos utópicos. Pérdida del miedo, esperanza por una mejoría y un paradigma de cómo actuar con dignidad y fortaleza ante la injusticia.

En cuanto a Sócrates, le ocurrió lo que muchas veces le ocurre a personas generosas pero a la vez autodestructivas. Generosa contigo, pero no consigo misma. Eso hizo Sócrates. Autodestrucción a base de alcohol para que finalmente, por culpa de una cirrosis se despidiera de todos nosotros en 2011. Dijo que se moriría un domingo viendo a su equipo, y así lo hizo. Su historia nos llevará irremediablemente a aquel día, en el que, hastiado de la sociedad que le rodeaba, pasó de asistir precisos balones a sus compañeros a asistir democracia.


Himno Corinthians









martes, 4 de marzo de 2014

Hostias y Chingadazos



Mi vagueza y el amor por mi familia han permitido que Cultura del Gol tenga una firma invitada. Espero que no sea la última. Mi primo Santiago Abascal ha escrito la historia de un Atlético de Madrid vs México. Yo no la conocía. Él fue testigo y éste es su recuerdo: 

Las giras veraniegas para hacer caja  por países lejanos de clubes españoles no son un invento del siglo XXI, lo que pasa es que antes, en vez de ir a China, Japón o Tailandia para vender camisetas, los equipos iban a Argentina, Colombia o México. Ni siquiera este partido era innovador, décadas antes ya habían venido a “hacer las Américas” el Madrid de los ye-yes  o el Barça de Kubala.
Situémonos, 1 de Agosto de 1993. Una de las estrellas del Atlético de Madrid y de la selección azteca  es el delantero Luis García.  El Atlético en esos años vive los años dorados del gilismoescándalos por doquier, entrenadores que no duraban nada, fichajes muy extraños, publicidad de MARBELLA en las camisetas… y Jesús Gil con su gran visión comercial decide llevar al equipo a hacer una gira. Hay que añadir que el delantero centro del club es de la nacionalidad de la selección contra la que se enfrenta,  que ha sido un jugador fundamental para la clasificación para el mundial que se celebraría el siguiente verano en Estados Unidos, y que además le mete dos goles a su propia selección. Pero lamentablemente este partido no será recordado por nada de lo anterior, por lo que se recuerda este partido es por la gran tángana que se organizó.
El partido empezó como un amistoso cualquiera. Durante el calentamiento, los jugadores colchoneros fotografiándose impresionados en el Coloso de Santa Úrsula   (forma como es conocido el Estadio Azteca por su situación geográfica en la ciudad), no siempre se juega en un templo del futbol donde han hecho sus mejores jugadas en dos mundiales distintos tanto Pelé como Maradona. En los prolegómenos, suena el himno de México cantado por todos los espectadores con su guerrero comienzo “Mexicanos al grito de guerra” y el árbitro da inicio al partido. En cuanto a que Luis García  vista la elástica colchonera,  división de opiniones. Unos lo tachan  de Malinchista y otros entendían su situación.
Es verano, hace mucho calor, la altitud de Tenochtitlán hace de las suyas, la hierba está muy alta y los equipos no están muy en forma. Juegan muy despacito, es un partido de pretemporada. Pero el encuentro poco a poco se va calentando. Luis García tiene un mano a mano contra  su buen amigo Jorge Campos que el delantero no puede convertir.







Por otro lado, el compañero en la delantera de Luis García, el polaco Román Koseki proveniente de Osasuna se las está viendo con el duro lateral mexicano Juan de Dios Ramírez Perales, hasta que en la quinta o sexta dura entrada, el polaco se revuelve y empuja al defensa azteca. De repente los 22 jugadores corren hacia donde se encuentran Koseki y Ramírez y se empiezan a pegar. Vuelan puñetazos, patadas, empujones, insultos varios, mentadas de madre y otros arreglos florales. Siendo muy curioso que los dos que más se pegan son los dos porteros y que se meten en la pelea hasta los miembros de los banquillos. Estamos hablando de que en ambos equipos había lo que en la calle se llama tíos duros y que estamos seguros de que en su infancia han participado en muchas peleas de barrio y que son de los que no se achican ante nadie y de los que si caen se levantan. Por el lado español gente como Tomás Reñones (años después paso por la cárcel por líos de corrupción política de la mano de Jesús Gil) , Koseki, Diego, Pizo Gómez o Juanma López y por el lado mexicano Jorge Campos, Juan de Dios Ramírez y Javier Aguirre que estaba de segundo entrenador. El Vasco, pegó algunas patadas y que por  ironías del destino años después acabaría siendo  entrenadordel equipo colchonero. Miguel “El piojo” Herrera (actual seleccionador mexicano y conocido futbolísticamente  por sus peleas), Nacho Ambriz ( ayudante de Aguirre en el equipo del Manzanares)  o Ramírez Perales.
A todo esto Luis García, que no solo jugaba contra su país sino que estaba metido en un pelea entre sus compañeros de equipo y selección, inteligentemente se queda a un lado de la pelea. El arbitro decide expulsar a dos de cada equipo, los dos que empezaron la pelea y a los dos porteros que se pegaron de lo lindo.
Por lo demás el partido no pasará a la historia. Que más da que el Atlético ganara, que Luis García le metiera dos goles a México, que al Atlético lo entrenara Jair Pereira o que ya estuvieran algunos jugadores que un par de años después consiguieran el famoso doblete como Caminero, Vizcaíno o Kiko.
Años después Luis García reconoció en una entrevista en la televisión que después del partido los jugadores de ambos equipos se fueron de fiesta juntos hasta altas horas de la madrugada y que entre copas y risas recordaron la pelea.


Este partido no pasará a la historia de los aficionados del futbol, pero yo era un niño, tenía 10 años y era la primera vez que pisaba el Azteca y eso, os aseguro que uno lo recuerda toda la vida como dice Calamaro en su canción.



CALAMARO - ESTADIO AZTECA



jueves, 20 de febrero de 2014

Excesos y Fútbol. Primera Parte: Paul Gascoigne





Me gustaría estrenar una sección para hablar de todos aquellos jugadores de fútbol que han ido de la mano del exceso en su carrera. Esos futbolistas que se han enamorado del pecado y de la noche. Nuestro deporte tiene sus propios Bukowski, Keith Richards o Charlie Seen. Hombres que a través de su vida loca nos han dejado un centenar de anécdotas y un ejemplo que no se debe copiar. Sin embargo estos personajes siempre me han atraído. Sirven, para humanizar a las estrellas. Además, dejan un halo de mito en sus carreras deportivas y una contradictoria admiración.
Decía Charly Efe en la canción que pone música a este post, que Paul Gascoigne le debía una nevera. Gazza ha sido el Red Barclay de la cerveza. Es posiblemente el mayor talento futbolístico que ha dado Inglaterra pero los excesos no le permitieron desarrollarse como jugador. Los excesos de un amante del exceso. Esa autodestrucción que a veces reluce en el ser humano, está haciendo que Paul tenga medio cuerpo metido en la barca que cruza el Río Estigia. Seguramente haría buenas migas con Caronte. No me sorprendería que, antes de morir, dejara escrito en una nota que debían enterrarle con una botella de whiskey, medio gramo de cocaína y 50 libras. Tan sólo por si existiera el más allá y pudiera haber un “after” abierto.
Gascoigne cada vez se parece más a Leopoldo María Panero. Sólo les diferencia la especialidad de su genio. Podríamos plantear a Banco Sabadell una conversación entre ambos. Que se quiten Fernando Trueba y Pep Guardiola. ¿Quién no querría verles conversar sobre el futuro?



"No le deis de beber a este hombre" Diario The Sun. Julio 2013
Gazza, de joven en las filas del Newcastle




La revista Panenka, en su número #23, reproduce una entrevista con el “enfant terrible” de Gateshead. En ella, Paul habla con el corazón en un puño en su quizás último momento de lucidez. Fue hecha en Junio del 2009. 

El periodista le cuestiona sobre si una de sus últimas obsesiones había sido la Wii. La contestación de Gazza, épica: "Sí, cuando estaba encocado me pasé seis semanas seguidas jugando a la consola, casi sin dormir. Estaba encerrado en un hotel y jugaba contra el personal. Les ganaba a todos, uno por uno. Incluso le compre una Wii al manager del hotel y le dije: "Entrénate en tu casa y cuando hayas mejorado, ven a verme".

Obsesión. Abuso. Gazza ha sido adicto a cualquier cosa a la que uno se pueda enganchar. Por ejemplo, al Red Bull: "me tomaba hasta 30 latas al día". También al café: "por entonces también abusaba del café. No necesitaba una casa, sino un árbol porque era literalmente un búho". Esta serie de comportamientos no se tienen porque sí. La raiz del problema de sus adicciones, según él, viene de los traumas que vivió de niño. “Cuando tenía diez años, el hermano de un amigo murió delante mío, atropellado por un coche. Era la primera vez que salía de su casa sin su madre y ella me había encargado que lo cuidara. Lo atropellaron cuando corría detrás del camión de los helados. Murió en mis brazos, los labios se le movían todavía” ; “Con 16 años también pasé por otro trauma. Mi sobrino pequeño tenía asma y yo había declarado a News of the World que se podía practicar deporte siendo asmático. Cuando leyó aquello vino a preguntarme si podía jugar al fútbol. Yo le dije que sí y a los 20 minutos recibí una llamada diciéndome que estaba muerto.Tenía 9 años”

Si fuera psiquiatra y tuviera que tratar a alguien, sin duda a uno de los que elegiría sería a Paul Gascoigne. Una cabeza digna de estudio: “Me compre un loro de juguete que decía Hola y yo le contestaba Hola. Al final me harte de aquello y me fui a comprar otro loro para que hablaran entre ellos. Cuando me canse, tiré a uno por la ventana y le arranque la cabeza al otro. Estaba bastante borracho por aquel entonces”

Como todo buen alcohólico futbolista, Gazza ha jugado varios partidos en estado de embriaguez. Con el Everton, me enteré de que un rival quería partirme la cara. Me tome cuatro botellas de vino con algunos somníferos. A las seis de la mañana me desperté temblando, así que para calmarme me metí seis vasos de Brandy y algunos cigarrillos. Jugamos el partido a primera hora de la tarde.... ¡Fui elegido man of the match!”
“Me acuerdo de un partido con el Rangers en el que estaba jugando como el culo. En el descanso el mister me gritó: "Paul, qué pasa, ¿que te emborrachaste anoche?" Le dije que no y me contestó: "Joder, pues vete rápido a tomarte una copa". Me fui a tomar un brandy triple, metí dos goles y otra vez fui elegido man of the match”

En 1992 se disputó un Sevilla - Lazio. Maradona y Gascoigne juntos en un terreno de juego. Cuánta gloria en un campo de fútbol. Así lo recuerda el inglés: "Antes del partido cayeron tres botellas de champán. Me acuerdo que marque un gol regateando a cuatro o cinco jugadores. Después, me crucé con Maradona en el campo y le dije: "Diego, estoy completamente roto". Me respondió: "Paul, yo también"

Esta serie de declaraciones pueden ser ciertas o no. Si una cosa saben hacer los yonkis, es mentir. Pero Gazza es un yonki carismático. Más cerca de estrella del rock que de jugador de fútbol. Y esto último no es ninguna tontería.El grupo IronMaiden le invitó a una gira de conciertos con ellos. Después de cinco actuaciones el líder de la banda de metal, Bruce Dickinson le dijo: “Paul, nosotros estamos pirados pero, joder, tú lo estás más que todos nosotros juntos. Hemos intentado controlarte, pero es imposible”.

Paul Gascoigne es un ídolo entre los hinchas de la Lazio. 


Paul Cascoigne jugó en el Newcastle, Tottenham, Lazio, Glaswow Rangers, Middlesbrough, Everton, Burnley, Gansu Tianma (China) y Boston. Estuvo a punto de jugar en el Manchester United pero Alez Ferguson eligió a un todavía desconocido Eric Cantona. También lo hizo en la selección inglesa. Sus mejores momentos fueron en el Mundial de Italia 90 y en la Eurocopa de Inglaterra de 1996. En el Mundial fue el más destacado de una selección inglesa que cayó eliminada en semifinales ante la Alemania Federal y recientemente unificada. Su imagen llorando después de ver una tarjeta amarilla que le apartaría de la hipotética final, dio la vuelta al mundo. Puro sentimiento. A pesar de ello, estuvo en el mejor 11 de aquel mundial. En la Eurocopa, otra vez sería Alemania su verdugo. Y, al igual que en el Mundial, fue elegido entre los mejores del campeonato. Él es Paul Gascoigne, one of us.

CHARLY EFE - PAUL GASCOIGNE









jueves, 16 de enero de 2014

Consuelo de Cristianos



El otro día me mandaron hacer un relato con estas palabras: La subida de la luz, un chupete, un disco de los Beatles y Cristiano Ronaldo.
Esto he hecho:

Sus dedos, pegajosos y llenos de grasa le impedían pasar a la siguiente página del periódico. Tras varios intentos desistió. Tampoco quería seguir leyendo más. La noticia que acababa de leer sobre la subida de la luz impuesta por el ministro Soria le hartó de tal manera que dejó a medias el café pero no el orujo de hierbas. Hijos de puta, pensó.  Tiró el periódico a la barra, de mala gana ante la curiosa mirada de una bella camarera. Pagó, dejó propina y salió del bar, directo a la fábrica. El trayecto entre el bar y su trabajo son diez minutos. Más que suficientes para pensar en la hipoteca, los  últimos despidos y la próxima huelga, los libros de Nico y los chupetes de Alejandra. Hijos de puta, repitió susurrando antes de ponerse manos a la obra y aparcar los problemas personales. No sabía muy bien a quien iba dirigido ese insulto. Políticos, banqueros, sus jefes, sindicatos, especuladores... Esa gente que mira a los de abajo como nos miran Los Beatles en la portada del álbum azul; desde un lugar que los comunes nunca pisaremos. Tampoco cree en Dios y ni si quiera obtiene el consuelo que te da el rezo. También pensó que hoy jugaba su equipo. “Siempre nos quedará Cristiano Ronaldo”, suspiró. Sabe perfectamente que el fútbol es artificial. Sabe que es mero circo. Pero no puede controlarlo. Su amor por este deporte y por el Real Madrid es instinto. Cuando los de blanco empiezan a mover la pelota los problemas no existen. No hay opio como ver jugar a Ronaldo. No existe hipoteca. No existe trabajo precario. No existen lágrimas de sus hijos ni tristeza de su mujer. Sólo alegría. Solamente ilusión inocente. Es curioso lo que el fútbol es capaz de dar a las personas. Después de la experiencia que le han dado los años, puede afirmar que sólo hay un Dios para él. Nació en San Antonio do Funchal y lleva el número 7 en el Real Madrid.




John Lennon - Working class hero