lunes, 23 de diciembre de 2013

Detalles





El fútbol está plagado de detalles. Las botas blancas de Simone. La 10 de la albiceleste. Los cuellos de la camiseta de Cantona. La coleta de Roberto Baggio. Las tobilleras de Kosecki. Las rastas de Larsson. Las ruedas de prensa de Guardiola. El escudo del Blackburn Rovers. La celebración de Lucarelli con la selección sub 21 de Italia.  Los codos de Redondo. La galopada de Saeed Al-Owairan  en el mundial del 94. Las canas de Ravanelli. La democracia de Sócrates.  El pie izquierdo de Recoba. Los aspersores del Camp Nou. Las greñas de Trifon Ivanov. La papada de Lobanovsky. Las gafas de Edgar Davids. Los antiguos penaltis de la MLS. Jorge Campos subiendo a atacar. Los tacos de las botas de Simeone. El baile de Roger Milla. Los pases sin mirar de Laudrup. El escupitajo de Rijkaard a Rudi Voller. La empatía de Ibrahimovic. Las columnas de Craven Cottage. Papelitos blancos en El Monumental.  El escorpión de René Higuita. La capitanía de Roy Keane. El interior del pie de Henry.  El tacón de Del Piero. La valentía del FC Start. Los holandeses del Milán.  El beso entre Maradona y Caniggia. Las espinilleras del Kun Agüero. La entrada de Ruggeri a Chilavert. La fidelidad de Toto Di Natale con el Udinese. Detalles. Hay millones de ellos. Pequeños detalles que rodean al fútbol y que lo convierten en algo muy grande.




Tigres del Norte - Detalles



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Boban y el efecto mariposa




A principios de 1990 en Yugoslavia se respiraba un clima beligerante. El país era un polvorín formado por varias nacionalidades, seis repúblicas, diferentes religiones y otros tantos idiomas. La sólida nación de Tito era un cuerpo en descomposición. El Mariscal era capaz con puño de hierro de mantener cohesionado este enjambre sociopolítico. Pero el Mariscal ya no estaba. Los auges nacionalistas eran imparables y sonaban tambores de guerra. El 13 de mayo se disputó algo más que un partido de fútbol. Dinamo de Zagreb vs Estrella Roja. Además, una semana antes habían sido convocadas en Croacia elecciones regionales. No eran unas elecciones cualquiera. Las primeras en territorio croata desde la reunificación del país en 1945. El sentir de la población se palpó en el voto. El partido nacionalista (Unión Democrática Croata) arrasó. Un aliciente más para encrudecer el choque entre ambos rivales.
Los ultras que vemos a nuestro alrededor, véase Ultras Sur o Frente Atlético, son niños de teta comparado con los fanáticos del Estrella Roja. Hablamos de hombres que hoy están en las gradas de un campo de fútbol y mañana están empuñando un fusil o cortando el cuello a un enemigo con un cuchillo recién afilado. Željko Ražnatović era su líder, un psicópata sin escrúpulos acusado de crímenes de guerra. Por todos más conocido como Arkan. Su grupo, los Delije (héroes en serbio). Más adelante adoptarían otro nombre. En honor a su venerado fundador pasarían a llamarse Los Tigres de Arkan. Por otra parte, los radicales del Dinamo de Zagreb no alcanzaban la magnitud bélica de sus rivales. Sin embargo, puedo imaginar que miles de croatas cabreados y ardientes por la independencia puedan resultar qué menos, que peligrosos.
Liderados por Arkan, 3000 serbios ultranacionalistas se desplazaron a Zagreb. Imaginaos un país a punto de estallar en guerra. ¿Qué cojones va a pasar si paramilitares serbios que usan el fútbol como excusa se dirigen con no muy buenas intenciones al corazón del nacionalismo croata? Fue como juntar a Oh Dae-Su y un martillo. Violencia sin parar.


Arkan y sus "tigres"
Boban, 10 y capitán de Croacia

En el Dinamo de Zagreb jugaba Boban. Un gran mediocapista cuyo apogeo lo vivió en el Milán. Pero ahora no es momento para valorar futbolísticamente al croata. Aquella tarde de mayo el pie de Zvonimir Boban se convirtió en el detonante de una guerra. No fue metiendo un gol, ni mucho menos. Lo que hizo fue dar una patada en el pecho a un policía. El jugador explicó así su acción: "Lo que hice, lo hice por idealismo. Y porque la policía maltrató a nuestros aficionados. Los Delije estaban destruyendo el estadio y prácticamente no hicieron nada. Entonces vi a un policía golpear a un chico joven y la reacción fue la que fue. Y estoy muy orgulloso". El policía agredido, más tarde expresaría su compresión del acto. Era bosnio-musulmán, lo que nos sirve como ejemplificación de lo que era Yugoslavia y en lo que se había convertido. Un croata pegando a un bosnio por no parar a los serbios. La antigua nación que abrazaba a todas las nacionalidades en una sola, ya no existía. Además cabe destacar que el origen del policía no era uno cualquiera. Los musulmanes bosnios fueron los que más sufrieron la guerra a mano de unos serbios, que acabarían con la vida de 8000 compatriotas del policía en uno de los genocidios más brutales del siglo XX.Este gesto venía como contestación a la pasividad de la policía ante la batalla que se gestaba en las gradas. Todo comenzó con insultos entre ambas aficiones. Lo típico. Pero lo típico en Yugoslavia está fuera de lo común. Como Tracios al ejercito romano se lanzaban unos a otros, croatas y serbios, en la que podría considerarse la primera batalla de la Guerra de los Balcanes. La patada de Boban queda en los anales de la historia del fútbol como representación de lo vivido en la Yugoslavia de principio de los 90. Una vez más la política y el fútbol unidas de la mano. Con patada o no, la guerra era inevitable.










Taraf De Haidouks - Balkan Gypsy Folk Music



miércoles, 11 de diciembre de 2013

La noche más mágica



Racing 5 - 0 Barcelona. La noche más mágica para el racinguismo


Recuerdo aquel día como si hubiera sido ayer. Era día de partido y de niño, uno disfruta más de todo. En especial del fútbol. No se tienen los mismos conocimientos, no vas a poder criticar el sistema del entrenador ni te vas a cagar en la puta madre del árbitro, pero encaras los partidos desde la pureza y la inocencia común en la infancia. La perspectiva de la niñez te permite sentir algo que se pierde en el momento que te fumas tu primer cigarro.Como siempre, a hombros de mi padre entraba a El Sardinero. Desde lo alto de él, yo me creía un gigante el cual no encontraría oposición. Y de hecho, no la encontraba porque en la puerta de acceso al estadio los guardas de seguridad, asustados del gigante que tenían ante sus trémulos ojos miraban hacia otro lado sin rechistar. Engalanado con mi bufanda y mi gorro de lana blanquiverde ya estaba preparado para ver, desde las escaleras, un partido más del equipo de mi tierra.



Quique Setién. El 10 y capitán

Pero aquel partido era diferente al resto. Venía el Fútbol Club Barcelona de Johan Cruyff. No se encontraba en su mejor momento pero aun quedaban reminiscencias del Dream Team.  Un equipo brutal ante la aguerrida sencillez del equipo montañés. Ceballos, Zygmantovich, Pablo, Merino, Iñaki, Carreras, Esteban Torre, David Billabona, Quique Setien, Popov y Radchenko. Once valientes ante jugadores de la talla de Hristo Stoichkov o Pep Guardiola. Sin embargo, hay momentos en los que en la casa del pobre se obran milagros. No suele ocurrir. Pero el 11 de Febrero de 1995 en Santander se vivió uno. La noche más mágica jamás vivida en Los Campos de Sport.Esteban Torre abrió la lata. Todavía con pelo, el cántaro con un tiro cruzado ajustado al palo consigue batir a Carles Busquetes (?). El padre de uno de los mejores mediocentros del mundo, con una actuación nefasta, al igual que Efiades de Tesalia, cambió de bando y ayudó a su enemigo a ganar la batalla.


Dmitri Radchenko supera a Ferrer


La segunda parte está marcada por dos hijos del telón de acero. Radchenko y Popov eran la hoz y el martillo de nuestro equipo. Jugaban con la defensa rival como niños a la P'yanitsa. Con un centro de Popov, llegaría el segundo gol. Remate de cabeza a las mallas de uno de los mejores jugadores de la historia del Racing, Quique Setién. El tercero fue obra de Jesús Merino. Defensa central que anotaba el gol como si fuera un delantero al más puro estilo Gerd Müller. Los dos últimos fueron como no, del mejor de nuestros cosacos: Dmitri Radchenko. El ruso, con su físico y garra parecía un guerrero épico ruso . Era un Bogatyr, nuestro Ilya Muromets. El primero de sus dos goles fue un regalo del portero rival. Busquets, con una patada voladora que ni Bruce Lee en Operación Dragón, permitió que con tan sólo empujarla, el nacido en Leningrado pusiera el 4-0. El quinto fue de penalti. Dmitri engaña a Angoy(sustituyó a Busquets) y cierra la goleada al Barça.Era real lo que se estaba viviendo en Santander aquella noche. Juventudes Verdiblancas rugía en el fondo norte como nunca lo había hecho. El pequeño se comió al grande. Al día siguiente, los niños orgullosos de su equipo madrugaban y se ponían su camiseta racinguista para ir a clase. Desde aquel día no se ha vuelto a vivir nada igual en los Campos de Sport de el Sardinero.







Luétiga - Nel "el vieju"


lunes, 2 de diciembre de 2013

Silvio Pola, el Fascismo y el Mundial de Francia de 1938

Silvio Pola, el Fascismo y el Mundial de Francia de 1938




Cartel oficial del Mundial de Francia 1938
París, 19 de Junio de 1938. Quedan horas para el enfrentamiento entre Italia y Hungría. Quien gane será campeón del mundo. En un céntrico hotel se hospeda la selección azzurra. Suena el teléfono y alguien lo coge. Al otro lado del aparato se escucha una voz autoritaria que pregunta por Vittorio Pozzo, entrenador italiano. Vittorio, extrañado por quién puede molestarle en tal importante momento pregunta quién es. La voz responde que su nombre es Benito Mussolini y sólo tiene una cosa que decirle: Vencer o morir.
Europa en 1938 es un caldo de cultivo en el que se están sembrando las razones que un año después estallarán en forma de Segunda Guerra Mundial. En Alemania el auge del nazismo es una realidad. Hitler acaba de invadir Checoslovaquia y ha  anexionado Austria a su Reich ante la atónita y cobarde mirada de las democracias occidentales. En España se libraba una guerra entre hermanos por culpa de un vil golpe de estado y también ante la mirada cobarde de las democracias europeas. Iosif Stalin manda con puño de hierro en una Unión Soviética en expansión. El Mundial de Francia se sitúa en un contexto político muy complicado. Sin embargo gracias a la insistencia de Jules Rimet la competición se disputará en su país sí o sí. 

Con el saludo fascista se presentaba la selección Italiana
Italia llegaba como vigente campeona mundial. Obligada a repetir la gesta, esta vez sin ayuda arbitral como en 1930, debía dignificar y no humillar a la grandeza de su imperio. Noruega, Francia y Brasil fueron la antesala de la final. Todos los rivales caían derrotados ante el "Catenaccio" italiano. Su estrella era Giuseppe Meazza que otrora serviría para nombrar al campo de Milán e Inter. Su delantero, Silvio Pola, el máximo goleador de la historia de la Serie A. El hombre que con sus dos goles en la final salvaría la vida a sus compañeros.  El Estadio Colombes de París fue testigo de uno de los partidos más emocionantes de la historia de los mundiales. En frente estaba Hungría. Lejos del histórico equipo de 1953  pero difícil rival por su técnica. Lucha de estilos. El equipo magiar optaba a su primer mundial, el transalpino suspiraba por su vida. No me quiero imaginar lo difícil de la charla técnica del entrenador. Qué les dices a unos jugadores que si pierden es posible que no sigan viviendo. Cómo lo tuvo que pasar el bueno de Vittorio Pozzo.

Silvio Piola, con sus dos goles salvó a sus compañeros
4-2 fue el resultado final. El color azul había sido sustituido por el negro en homenaje a los "camisas negras", facción paramilitar del partido fascista. Italia conseguía su segundo mundial consecutivo y sus jugadores salvaron su vida. Mussolini estalló en alegría pero siete años después quien estallaría de alegría sería el pueblo italiano viéndole colgado en la Plaza de Loreto. La Segunda Guerra Mundial evitó que esta generación de futbolistas italianos siguiera mostrando su categoría a nivel internacional. Una generación venerada en Italia. Un país a los pies de sus héroes Piola, Pozzo y Meazza. Mussolini y la Italia de 1938 es un ejemplo más de la utilización política de un deporte por un totalitarismo. El fútbol mueve a las masas y el interés en nuestro deporte por las manos sucias del poder ha sido constante durante toda la historia. Como a veces, un mero deporte, es pura política.


Canción Partisana - Bella Ciao







viernes, 29 de noviembre de 2013

El Genio Ausente

El Genio Ausente





Existen dos tipos de aficionados al fútbol. Los que creen que Karim Benzema está sobrevalorado y los que no. A los primeros podríamos destrozarles sus televisiones y prohibirles videar, como dirían Alex y sus drugos, cualquier partido de fútbol. Total, no iban a entender nada.
Debo confesarme como un incondicional del jugador desde que le vi allá en el 2007 hacer esto. Y esto. Recuerdo que hacía mucho que no me sorprendía tanto alguien en un terreno de juego. Deseé con todas mis fuerzas que el Real Madrid fichara a mi jugador. Años después, Florentino Pérez se disfrazó de mago de la lámpara e hizo mi deseo realidad.






Si el personaje que interpreta Ryan Gosling en Drive fuera futbolista, jugaría como Karim Benzema. Sangre fría y nervios de acero. Además de una estética digna de un gimnasta soviético y medallista olímpico. Le tildan de poco goleador pero en 200 partidos con el Real Madrid lleva 96 goles. Raul, Santillana e Higuaín no marcaron tanto con el conjunto blanco en los mismos partidos.
Es cierto que peca de cierto autismo, pero cuánta genialidad esconden las mentes más ausentes. Su mirada a veces perdida es el anticipo de una obra de arte en forma de pared. Cuantas veces le hemos visto irse mentalmente de un partido en el Bernabéu, como pensando, "si no son capaces de admirar mi juego no merece la pena seguir tratando de convencer a un grupo de ciegos". Porque ciegos son aquellos que desaprovechan 90 minutos del francés en un campo de fútbol. Cosas de Zidane y cosas de Ronaldo Nazario, hacen de él uno de los delanteros más completos que haya visto en mi vida. Su dorsal no debería ser ni el 10 ni el 9, sino el 9,5. Calla, mira y admira.



La Caution - Thé á la Menthe







jueves, 28 de noviembre de 2013

MANIFIESTO CULTURA DEL GOL




MANIFIESTO






"Decir que el fútbol es un juego de veintidós personas persiguiendo una pelota es como decir que la obra de Shakespeare son sólo palabras"

Desconozco el autor de la cita pero intuyo que sólo un sabio puede ser capaz de definir el fútbol de esta manera. La intención de este Blog es presentar a este juego de pelota como un aspecto más de la cultura que nos rodea. El fútbol tiene literatura, musicalidad; arte al fin y al cabo. Al igual que Eduardo Galeano también intentaré llevar la contraria a José Luis Borges, que definía al fútbol como algo estúpido. Trataré de hablar de un deporte tan maltratado por los medios de comunicación, ligándolo con el mundo de la cultura. Escribiré de cine, música y literatura pero todo con el bello esférico como telón de fondo. Si el séptimo arte es el cine, puedo afirmar sin ningún tipo de duda, que el fútbol es el octavo.
Ignoro cual será la duración de este proyecto, pero puedo prometer que la pelota no será manchada, como decía Maradona en el homenaje que le brindó La Bombonera.
En cada Post irá incluida una canción, no siempre con temática futbolera. La primera:


La Polla Records - Gol en el campo